Ciertamente resulta complicado vaticinar si la viabilidad de las Paellas Universitarias pasa solo por el camino de alejar estos eventos de las propias universidades y que sea una empresa quien lo organice, lo que sí queda claro es que cada vez los consejos de estudiantes de las universidades que todavía mantienen el formato inicial lo tienen más complicado.

 

Además, tras la investigación de cada uno de los casos sí se puede encontrar unos patrones comunes a la hora de analizar las razones por las que las universidades, en este caso la Universidad de Alicante y la Universidad de Valencia, se han desmarcado de esta fiesta. Patrones que, como hemos visto, se están comenzando a suceder en otros casos en los que el recinto universitario sí es todavía el lugar de celebración: quejas de los vecinos, malestar por parte de la dirección de la universidad por los festejos, dificultad de financiación por parte solo de los consejos de estudiantes, conflictos entre estos grupos y la propia universidad…

 

Todo ello conforma, sin duda alguna, todo un conjunto de circunstancias que, añadidas al éxito cosechado por los últimos festivales de Paellas Universitarias organizadas fuera de las universidades, provoca que cada vez sea más jugoso para las empresas intentar crear estos eventos.

 

Por ello, de lo que no cabe duda es que se ha producido una comercialización de la tradicional fiesta valenciana. Lo que surgió como una celebración privada, entre miembros de un mismo centro universitario a través de la música y la elaboración de la comida típica por excelencia de la Comunidad Valenciana al más puro estilo fallero, se ha convertido en un nicho de negocio al que las empresas dedicadas a organizar eventos festivos se están sumando sin parar.

 

De hecho, el ejemplo más claro lo tenemos este mismo año en Valencia, donde no se va a celebrar unas Paellas, sino dos, puesto que dos empresas han organizado sendos festivales. Así, se ha producido una rivalidad entre las dos organizaciones con el fin de disputarse quién congrega a más gente, ya que, además, entre una y otra fiesta tan solo hay una semana de por medio. Por ello, durante los últimos meses la tradición de las Paellas ha servido de excusa para rivalizar entre una empresa y otra.

 

En definitiva, aunque es difícil dar respuesta a la pregunta sobre el futuro de esta festividad más allá de presentar las diferentes, antagónicas podríamos decir, formas de organizar el evento, sí podemos observar cómo se está desviando la idea y proposición original de lo que hoy en día se está creando como Paellas Universitarias. Todo ello por medio de organizaciones que, lejos de crear una jornada a medida de los estudiantes, ponen todo su empeño en montar macrofiestas donde prima la rentabilidad económica del evento por encima de los intereses de los alumnos universitarios. Lo que contrasta enormemente con las Paellas organizadas en la UJI por el Consell d´Estudiants, en las que se elige entre los estudiantes de esta universidad a los deejays, creando así una oferta musical a medida.